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Caen las ganancias en la banca

El anclaje del dólar afecta los resultados. A fin de elevar los ingresos los bancos aumentan el financiamiento a través de las tarjetas de crédito. El sistema está altamente concentrado, solo cuatro bancos obtienen 90% de las ganancias.


Víctor Salmerón


Caen las ganancias en la banca venezolana

Pixabay


En los últimos seis meses la administración de Nicolás Maduro estabilizó la cotización del dólar y envió una señal que mejoró las expectativas y ayudó a desacelerar la inflación; pero en la banca no hay nada que festejar, al contrario, la paz cambiaria se traduce en una veloz caída de las ganancias.


La reducción de los beneficios disminuye el dinero para aumentar el patrimonio, que actúa como una valla contra los problemas de solvencia y obliga a reducir gastos en nuevas tecnologías o contratación de personal, a fin de no registrar pérdidas.


La firma Globalscope precisa que en los primeros cuatro meses de este año las ganancias de la banca suman 132 millones de dólares, una magnitud que implica un declive de 41% respecto al mismo lapso del año pasado.


Los créditos, en su mayoría, están vinculados al dólar y lo que cobran los bancos por capital e intereses aumenta en la medida en que la cotización del dólar sube en el mercado oficial; por lo tanto, un dólar estático implica menos ingresos.


El indicador que relaciona el rendimiento con los activos, ROA (Return on Assets por sus siglas en inglés), se redujo en 6,9 puntos porcentuales respecto a abril de 2023 y cayó hasta un promedio de 4,24%.


Todavía la banca cuenta con holgura para cumplir con los requerimientos de patrimonio, pero al descontar la erosión que causa la inflación queda en evidencia que el patrimonio del sistema se ha venido achicando.


La concentración

La banca es muy asimétrica. El Banco de Venezuela, la principal entidad financiera del Estado, obtiene 69% de las ganancias del sistema y al añadir a la lista tres bancos privados: Provincial, Mercantil y Banesco, resulta que solo cuatro bancos obtienen 90% de las ganancias y 23 se reparten el resto.


Globalscope


Un tema a considerar es que desde hace dos años el Banco Central mantiene sin variación las tarifas de las comisiones que los bancos pueden cobrar por sus servicios, algo que también impacta en la cuenta de resultados.


Renacen las tarjetas

Para estabilizar al dólar el gobierno frena el aumento de los bolívares que circulan en la economía. Sin bolívares no es posible comprar dólares. Para disminuir la cantidad de bolívares, entre otras medidas, el gobierno restringe el crédito obligando a la banca a congelar más de dos tercios del dinero que gestiona.


La obligación de inmovilizar una porción tan alta del dinero (encaje en la jerga bancaria) deja a los bancos con poca liquidez y continuamente incumplen la exigencia. Cuando esto ocurre, el Banco Central castiga la infracción y cobra una tasa de interés anual mínima de 28% por el monto que debió inmovilizarse.


Durante el período en que la cotización del dólar aumentaba todos los meses y con ello los ingresos por los créditos, para los bancos era rentable incumplir en alguna proporción el encaje y prestar porque el crédito reportaba un beneficio superior a la penalización.


Pero actualmente, en vista de que el dólar está anclado, el ingreso a obtener por la mayoría de los créditos es solamente la tasa de interés de 16%; por lo tanto, para que la caída de las ganancias no se profundice los bancos han optado por revivir el financiamiento con tarjetas de crédito donde les es posible cobrar una tasa de 60%.


Mayoritariamente se ha aumentado el límite de las tarjetas hasta un monto que ronda lo cien dólares y al mismo tiempo algunos bancos están ofreciendo líneas de créditos que complementan la tarjeta.


En vista de los bajos ingresos de la población y de que el crédito al consumo es más riesgoso, los bancos habían minimizado el financiamiento a través de tarjetas de créditos; pero la necesidad de amortiguar la caída de los ingresos obligó al cambio de estrategia.


En los primeros cuatro meses del año el portafolio de créditos ha aumentado 14% y se ubica en el equivalente a 1.600 millones de dólares, una magnitud que para el tamaño de la economía sigue siendo enana y equivale a menos de dos puntos del PIB.


En la distribución de los créditos, al igual que en las ganancias, queda en evidencia la fuerte concentración del negocio en pocos actores. Solo cinco bancos: Venezuela, Provincial, Banesco, BNC y Mercantil cuentan con tres cuartas partes de todos los préstamos.


Globalscope

Las divisas

Los bancos más urgidos por aumentar la liquidez han recurrido a la ventana que las autoridades permiten para el uso de los depósitos en divisas, que representan cerca de la mitad de las captaciones.


Las normas permiten que los bancos utilicen hasta 30% de las captaciones en dólares para otorgar créditos en bolívares, vendiendo las divisas previamente en el mercado cambiario; pero cuando el cliente les paga el crédito no les está permitido recomprar las divisas.


Esto se traduce en que para evitar un descalce es necesario captar más depósitos en divisas, pero esto no es sencillo: a fin de contener la dolarización las autoridades impiden las transferencias de divisas de un banco a otro y en general desestimulan los pagos en dólares a través de los canales de la banca.


Al observar todos los depósitos también aflora la fuerte concentración que hay en el sistema financiero. Cinco bancos: Venezuela, Banesco, BNC, Provincial y Mercantil gestionan tres cuartas partes de las captaciones.


Globalscope


La inestabilidad

Durante los últimos seis meses el tipo de cambio oficial se ha mantenido en torno a 36,5 bolívares por dólar, con mínimas oscilaciones, pero ¿es posible que se mantenga el anclaje por el resto del año?


Un elemento a considerar es que las reservas internacionales, el tanque de dólares que tiene a mano el Banco Central para intervenir en el mercado cambiario, se ubica en mínimos históricos; además el factor político tiene peso.


Si en las elecciones del próximo 28 de julio surge un gobierno reconocido el país marcharía hacia un período de estabilidad, pero en caso de un escenario de no reconocimiento o confrontación las expectativas de inestabilidad se reflejarían en el mercado cambiario.


Un aspecto relevante es que la combinación de un tipo de cambio anclado con una inflación que, aunque ha perdido impulso todavía es elevada, tiene consecuencias: mientras el precio del dólar no varía todo lo demás se encarece y el dólar se vuelve barato.


El resultado es que se estimulan las importaciones y para las empresas venezolanas es muy difícil competir con los precios de los productos importados en medio de las fallas de servicios básicos, reducción del mercado por el empobrecimiento de la población y poco acceso al crédito.


El informe de abril de FocusEconomics, que recopila las proyecciones de quince consultoras y entidades financieras como Oxford Economics y UBS, indica que en promedio se espera que el tipo de cambio en el mercado no oficial, que se mantiene muy cerca del oficial, culmine el año en 71 bolívares por dólar.


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